¿Tiene Internet la respuesta a las cuestiones fundamentales de la vida?

Por Hugo Anibal Dávila

Las decisiones importantes en la vida las tomo en solitario, dicen algunos. Se informan por su cuenta y actúan en consecuencia. Buscar consejo no les gusta. Si hablas con alguien, dicen, tarde o temprano termina imponiéndote sus ideas. ¿A dónde suelen acudir este tipo de personas para buscar una respuesta? Antes se solía acudir a las grandes bibliotecas, o a los libros viejos y olvidados en las altas estanterías. Hoy día se acude a Internet, sirviéndose de portales como Google u otros. Pero ¿puede Internet responder a las cuestiones fundamentales de la vida?

La clave está en cómo buscar—dicen algunos—; sin embargo, aunque no lo parezca, la clave no está allí, sino en preguntar a alguien. Internet está repleto de información, pero no toda es verdadera o adecuada a nuestra situación. Aquél que no busca consejo para evitar que le manipulen, debe saber que la red está repleta de personas esperando a que alguien pique el anzuelo. Al abandonarse al mar de la información tarde o temprano termina manipulado.

Tengo mi propio criterio —podría alguien excusarse—, y sé distinguir lo que me conviene de la información chatarra. ¿Es eso cierto? Si así fuera, nunca se hubiera iniciado una búsqueda. Si la interrogante sigue vigente es, precisamente, porque el “propio criterio” no ha dado abasto.

Siempre es mejor preguntar a alguien. Investigar solo, ‘por mi cuenta’, lleva anejo ese temor a escuchar la verdad; o peor aún, el temor a descubrir que hasta el momento el modelo de vida que llevábamos no era correcto.